El Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires
presenta la exposición “Gardel y los deportes”, que inaugurará el jueves 30 de
agosto a las 18 h en el Museo Casa Carlos Gardel, ubicado en Jean Jaurés 735.
“Los burros, el fútbol y todos los deportes me atraen”,
reconoció Gardel en 1933, ante un periodista de la revista "La
cancha". Practicaba gimnasia, aerobismo, natación, bochas, pelota vasca y
tenis, al tiempo que cultivaba la amistad de célebres futbolistas, jockeys y
boxeadores.
Esta exhibición muestra aspectos poco conocidos de la vida
del Morocho del Abasto. Organizada en tres núcleos temáticos (fútbol, turf y
otros deportes), la muestra reúne fotografías, documentos personales, discos, partituras,
películas y objetos de época, que son testimonio del vínculo entre dos pasiones
populares: Gardel y los deportes.
Entre sus amigos célebres, se encontraban destacados
futbolistas, como Pedro Ochoa (de Racing) y Josep “El mago” Samitier, gloria
del Club Barcelona. De sus múltiples encuentros con “Sami” y otros jugadores
del Barca, Gardel atesoraba como recuerdo una pelota. Solía contar que se la
habían regalado en Londres, luego de un encuentro en que el club catalán perdió
ante el Arsenal por 7 a 1.
También asistió a la final del Mundial de Fútbol de 1930 en
el Estadio Centenario de Montevideo, entre Argentina y Uruguay, en la que los
locales se impusieron por 4 a 2 y obtuvieron la primera copa de un mundial
organizado por la FIFA. Gardel visitó a ambas selecciones.
Deportistas y aficionados se apasionan a su vez por Gardel,
tanto que Independiente y Racing se lo disputan como “hincha”. La solución tal
vez sea la propuesta por Gardel mismo, cuando respondió en una entrevista: “Mis
simpatías las distribuyo entre todos por igual”.
Pero las carreras de caballos eran sus preferidas. El 17 de
Noviembre de 1918, Gardel estaba realizando una gira promocional en La Pampa
junto a Razzano y la Orquesta de Firpo, cuando en el Hipódromo de Palermo se
corría la “Carrera del Siglo”. Su “pasión por los burros” lo hizo volver para
presenciar esa carrera. “Botafogo” venció a “Grey Fox” en la que se considera
la más sensacional contienda de la historia hípica argentina. Dos de sus más
entrañables amigos provienen del ambiente del turf: el jockey Irineo “Pulpo”
Leguisamo y el entrenador de caballos purasangres Francisco “Brujo” Maschio.
Este último, preparaba a un caballo de Gardel por el cual el cantor sentía
adoración: “Lunático”.
El repertorio gardeliano incluye varios tangos
“turfísticos”, como “Leguisamo solo", “Palermo”, “Bajo Belgrano”, “”La
catedrática”, “Soy una fiera”, “Polvorín”, “Uno y uno”, o el célebre “Por una
cabeza”.
El cuidado del cuerpo siempre fue una preocupación para
Gardel. Su afición por el buen comer se veía reñida con la consciente
construcción de su imagen como “estrella”. El medio para lograr esa meta fue controlar
su dieta y practicar gimnasia, natación, paleta, básquet y aerobismo, entre
otras actividades deportivas. Asiduo visitante de la Asociación Cristiana de
Jóvenes, YMCA o “la Yumen” como se la denominaba, tomaba clases de “gimnasia
sueca” con Enrique Pascual, de las que participaban otros tangueros, como José
Razzano, Julio De Caro, Juan de Dios Filiberto, Francisco Lomuto, en encuentros
bautizados como “Clases de Bohemia”. Además fue socio del Club de Pesca y
encontraba tiempo para acudir con sus amistades a presenciar otro de sus
deportes favoritos: el boxeo.
Cierre de la muestra: abril 2019.
Horarios de visita: Lunes, miércoles, jueves y viernes de 11
a 18 h. Sábado, domingo y feriados de 10 a 19 h. Martes cerrado.
Valor de la entrada: 30 pesos. Miércoles gratis. Jubilados,
estudiantes universitarios, personas de capacidad reducida y sus acompañantes,
menores de 12 años, grupos de estudiantes de colegios públicos: sin cargo.