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muy difícil, a la par que una aventura, buscar en hemerotecas cuyo idioma
principal no sea el castellano. La suerte de que «Carlos Gardel» sea un nombre
que se transcribe tal cual, por lo general, sin modificaciones en todos los
idiomas, facilita el trabajo. Así, se pueden encontrar las películas del Mago
anunciadas en distintos países europeos y en lugares más lejanos como la
Polinesia o Israel; y la noticia relativa a su muerte en el accidente de
Medellín, que dio, literalmente, la vuelta al mundo. Por ello, es toda una
sorpresa encontrar un artículo que hable de Gardel durante su vida y en otro
idioma, como el que aquí nos ocupa.
La
revista Journalen Våra Kvinnor ('Revista Nuestras Mujeres') es una
publicación trimestral con sede en Helsinki (Finlandia), en lengua sueca, cuyo
público principal eran las mujeres. En el número 24, fechado el 28 de noviembre
de 1928, aparece el artículo «La revue du Palace» ('La revista del Palace') que
firma Maud Morris, en el que se hace un extenso comentario sobre los artistas
más populares de París, entre los que figura Carlos Gardel. En primer lugar,
habla de la belleza y de la versatilidad escénica de la actriz Edmonde Guy;
después, muy brevemente, de Van Duren, compañero de la citada actriz;
posteriormente, se detiene en el ambiente argentino que logra la orquesta de
tango de Manuel Pizarro; y, por último, escribe sobre Gardel:
Finalmente, cabe mencionar la conferencia artística
del artista Carlos Gardel. Carlos Gardel es el compositor de los tangos más
populares y ha sido bautizado por sus compatriotas como trovador argentino.
Cuando este gran artista con su voz sonora nos canta las melódicas canciones de
su país, evoca visiones maravillosas… Es como si viéramos haciendas, caballeros
señoriales, nos movemos junto a los ranchos en llamas y escuchamos junto a la
fogata los cuentos de gauchos curtidos sobre los cuentos heroicos argentinos…
Al minuto siguiente, canta sobre las largas y curiosas multitudes de buscadores
de oro, sobre un sencillo y típico pueblo argentino. Nos gusta ver la pampa y
los compactos grupos de bueyes, vemos un puerto del sur bajo un sol brillante.
Carlos sigue cantando al son de su guitarra, sobre las rosas rojas del amor,
sobre las espinas de los celos, sobre el regocijo y el dolor, sobre el odio y
la muerte, sobre las cosas de la vida, sobre los impulsos de toda su nación,
sobre una raza ardiente y sus pasiones.
Como
mencionamos anteriormente, la autora fue Maud Morris, seudónimo con el que
firmaba la escritora Andrée Krogius (Amiens, Francia, 1888 – Helsinki,
Finlandia, 1940), y, como se puede leer, realizó una descripción muy
entusiasmada del arte del cantor, reflejo del sentir general que causaba entre
quienes desconocían el mundo del tango y quedaban prendados de él.
Manuel Guerrero Cabrera
Lucena y Cabra (España), marzo de 2024