o treparé a su enorme monumento
para ser uno más que lo tutea
utilizando el llanto que falsea
y que hace lamentable el parlamento.
No espere el homenaje truculento
que alguno en su sepulcro bufonea
creyendo que con ello se hermosea
el recuerdo total de su talento.
Quizá porque lo encuentro cotidiano
arriesgo que es mentira su partida
porque lo tengo aquí, como a mi hermano.
Y para que comprenda en qué medida
entienda que no es brone sino humano,
le digo que es su voz toda mi vida.
Luis Ángel Formento
Bs. As., 1 de julio de 1976
(Facilitada por su autor en 1985 y publicada con autorización de su hija Alicia)
(Facilitada por su autor en 1985 y publicada con autorización de su hija Alicia)