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GARDEL Y DESATINOS DESDE EL ESTADO.

La falsedad de la fecha y lugar de nacimiento de Carlos Gardel, insertos en una estampilla emitida por el Estado uruguayo, llevan a pedir una expresa rectificación, en resguardo a la memoria histórica y el derecho de filiación.


Por Norberto Ignacio Regueira





l Estado uruguayo vuelve a sorprendernos con una evocación gardeliana en la que comete dos errores esenciales. El primero, al señalar que el 23 de junio se cumplen 130 años del natalicio de Carlos Gardel. El segundo, al referenciar a la ciudad de Tacuarembó.

Este dato -23 de junio- no guarda registro con ninguna de las fechas de evocación gardeliana, destacando que su fecha de nacimiento fue el 11 de diciembre de 1890 y su fecha de muerta el 24 de junio de 1935.

Si estuviésemos ante el análisis de un texto en particular, analizaríamos las causas del error. Pero ante un error de Estado, señalo que estamos ante una grave irresponsabilidad.



Esto no es nuevo. Existen numerosos  precedentes legislativos dictados en ROU que  en su parte expositiva contienen errores análogos y que los descalifican. Cito por caso

(i)            La ley Nº 16.945 que impone el nombre de Carlos Gardel a diferentes escuelas ubicadas en el territorio uruguayo;

(ii)             La ley 16.742 que declara el 24 de junio como Día de Carlos Gardel y

(iii)           La ley 17.536 que declara el 24 de junio Día del Cantor Nacional.

Se encuentran otros actos administrativos del Estado a través de empresas públicas que aluden a Gardel como: “Tacuaremboense inmortal” (tarjeta telefónica y estampilla postal).

Toda esta parafernalia genera una extraordinaria falsificación de conceptos, en los que se pierden los propios interesados. Las falacias construidas sobre el lugar de nacimiento (Tacuarembó), su madre, su familia y la imposibilidad de investigar filiación, ni siquiera son unánimes.

Cada pretenso autor que escribe sobre estas cuestiones, agrega un hecho fundamental –sin prueba alguna- construyendo capítulo novelados y de variaciones sobre un mismo tema. Difiere el padre, difiere la madre, difiere el lugar de nacimiento.

En esta línea ahora aparece un matasello postal en el que se señala el 23 de junio como fecha del natalicio de Gardel. Otro libre albedrío de quiénes confundidos en la maraña de supuestos, hacen determinaciones al azar.

La historia republicana, orgullo para América, de la República Oriental del Uruguay, no merece estos desatinos.

Es hora que para honrar a Gardel y al amor de Gardel por Uruguay, el Estado oriental cese en estas prédicas que lo alejan de la verdad y afectan derechos esenciales que tienen punto de contacto con la filiación cierta.

El respeto a la Convenciones Internacionales implica no exhibir con relación al Ídolo una conducta disvaliosa ejercida por el propio Estado. Uruguay ha dado lucha en materia de supresión estatal de filiación. Los dolorosos episodios de la década del 70 y la revisión ulterior en la restauración democrática son una prueba de ello.

Persistir en el error lleva a cometer nuevos errores. 

Gardel no nació el 23 de junio. 

Gardel no nació en Tacuarembó.


Buenos Aires, diciembre 10 de 2017