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Cómo los payadores y la música criolla aportaron al tango





l tango es, en todos sus aspectos, producto de la hibridación...
Sólo un acercamiento al tango desde una perspectiva integradora dará lugar a que, aun sirviéndonos de algunas simplificaciones, éstas no se conviertan en el eje de la reflexión, sino que puedan ser reconfiguradas con el fin de evitar una visión unidimensional del fenómeno. El tango es sin duda producto de la complejidad (Oscar Conde).

Coincidimos en cuanto a que el tango es producto de la hibridación y de la complejidad, en tal sentido este trabajo intenta desarrollar solamente uno de los aportes a su configuración sin pretender ser una visión unidimensional del fenómeno.

Esta propuesta es el intento de analizar un fenómeno cultural de carácter literario de nuestro territorio, por lo ambicioso del tema es casi imposible si no se logra una síntesis lo más acotada posible que permita interpretar el mismo.

Desde el análisis de la literatura podemos considerar la literatura escrita y la literatura oral. Esta diferenciación es entendible considerando que la mayor parte de los actores era analfabeta, desde lo cultural existía una comunicación y transferencia de saberes en forma oral.

Gaucho Payador Ca. 1886 
Cuando nos enfoquemos en el fenómeno de los payadores, se entenderá que la oralidad de la literatura era el único mecanismo de comunicación y en su caso puntual la expresión lo que no se podía escribir, se cantaba cobra su verdadera dimensión.

Tanto la payada como el canto criollo fueron llevadas en forma oral por distintos lugares y a través del tiempo, por lo que debe entenderse que desde el origen del mismo se va produciendo una modificación que torna muy difícil conservar los conceptos iniciales, tanto en las letras como en el soporte musical que las sustenta.

En cuanto a la literatura escrita, su acceso era muy limitado considerando el porcentaje mínimo de la población con formación instruida.

Asimismo, las posibilidades de acceder a esta literatura, era muy restringido; ésta era considerada culta en cuanto a la lengua utilizada y el estilo de la misma.

El avance de la colonización, en estos nuevos territorios conquistados, dio lugar a asentamientos y ciudades con un crecimiento poblacional, no solo de los españoles, sino también de sus descendientes, que en algunos casos fueron generando un mestizaje, producto de las relaciones entre españoles y aborígenes, la mayoría de las veces padres españoles y madres aborígenes.

Salvo las crónicas de la conquista y los relatos de viajeros aún no se puede hablar de una literatura americana; podría considerarse como tal la literatura oral expresada anteriormente, de la cual no se conservan registros escritos.

En contraposición a la literatura culta proveniente de la metrópolis, comienza a aparecer tímidamente una literatura popular considerada como tal, en cuanto a los temas que trata, el estilo que emplea y un vocabulario más local, de carácter sencillo que identifica el trato coloquial de sus habitantes, generalmente estas obras literarias son anónimas.

Algunas de estas obras pueden encuadrarse de lo que oportunamente se considerara como literatura gauchesca.

El tango y su vertiente criolla y campera no nace por generación espontánea, toda una secuencia de hechos va concretando el aporte que lo define. Desde la colonia las expresiones literarias y musicales, el nacimiento del gaucho, los payadores y la literatura gauchesca, van modelando los aportes que llegan al tango.

Retornando a lo expresado como literatura oral, considerando como tal la expresada por los payadores corresponde hacer un análisis de la payada, sus actores y su arte, previamente trataremos de sintetizar de dónde provenían los payadores y cuál era la clase social que aportaba estos actores sostenedores de esta importante expresión artística.

El gaucho y el payador serán anticipos de la conformación del tango y durante un tiempo estarán presentes en el mismo.

Antes de instalarse el arte payadoril en nuestra América, ya se comenzaban a sentar las bases para incorporarlo a nuestra incipiente cultura literaria.


El gaucho 

Durante el siglo XVII comienzan a proliferar establecimientos ganaderos o grandes estancias en la Banda Oriental del Río de la Plata, esto generó la necesidad de contar con individuos aptos y diestros para las labores, no obstante estos trabajos circunstanciales hacía que los que las realizaban compartían esta actividad sedentaria con la vida nómade. Estas actividades denominadas vaquerías consistían en desjarretar los animales con una medialuna filosa en la punta de una caña de tacuara cortando los tendones de las patas traseras. La actividad estaba destinada a obtener cuero y sebo por cuenta de los acopiadores. Esto requería una alta capacidad como jinete y domador, siendo el caballo el compañero de su vida nómade. Aunque aún no se lo nombraba con el nombre de gaucho ya comenzaba a definirse; distintos nombres comienzan a aparecer: camilucho, guaso y gauderio. Se supone que los portugueses en el siglo XVIII comenzaron a utilizar el nombre de gaucho.

Su nombre podría provenir del quechua huachu que significa huérfano, vagabundo; sin embargo, existen también diversas teorías al respecto.

En Argentina el gaucho se conformó con posterioridad a Uruguay, dado que las condiciones de la campaña eran distintas.

Es destacable la opinión del Prof. Rafael E. Stahlschmidt Laulhe en cuanto a sus características: Por sus orígenes el gaucho era de tez blanca, básicamente mezcla de sangre de españoles con nativos y mestizos y que, a resultas de estas fusiones de sangre, ya se puede decir que es pura sangre americana. La vida agreste de estas inmensidades, el sol y el viento, la vida al aire libre, tornaron su cutis tostado y curtido. La soledad lo acostumbro a ser callado, a guardar para si sus sentimientos. La vida ruda y sin sujeciones, le dio vigor, resistencia, fiereza y valentía e incremento su amor absoluto por la libertad.

Es destacar que el gaucho no es un tipo racial, sino que es el producto de una situación económica y social.

En su estilo de vida no existía el concepto de la propiedad privada en cuanto a la tierra, recorrían la pampa libremente y obtenían lo necesario para su subsistencia en el ganado cimarrón, esta falta de arraigo se enfrentaba con una estructura conservadora y represiva.

La sucesiva persecución de los gauchos mediante las leyes de levas y la participación en las guerras de la independencia y las guerras internas, incluso la guerra contra los indios y la guerra contra el Paraguay fueron hechos que propiciaron la desaparición del gaucho.

Con la aparición del alambrado, ya la pampa no era libre para ser recorrida a caballo por el gaucho, sus actividades comenzaron a centralizarse en los establecimientos ganaderos en cuyo caso el gaucho paso a incorporarse como peón; va desapareciendo su carácter independiente y se transforma en el paisano.

Juan María Gutierrez, destacado intelectual, escribió la poesía La endecha del gaucho (endecha: canción triste y de lamento), ésta, fue llevada al canto en la voz de Carlos Gardel con el nombre de El moro.







La payada, el payador y su arte

La payada es una expresión artística cuyo origen se estima proviene de los campesinos españoles y posiblemente de los trovadores de Provenza, en el sudeste de Francia, que acostumbraban expresar polémicas en versos.  Estos trovadores o juglares tomaron las crónicas de la historia bajo la forma de versos.

Este género se populariza en laAmérica hispana, hasta donde llega de España, adaptándose a las características musicales propias de cada lugar, fundamentalmente en Uruguay, Argentina, Chile y Cuba.

El testimonio de Alonso Carrio de la Vandera en 1771 en la obra Lazarillo de ciegos caminantes… describe a los habitantes de las llanuras rioplatenses como mozos de mala camisa y peor vestido que llevan una guitarrita que aprenden a tocar muy mal para cantardesentonadamente las coplas que sacan de su cabeza y que regularmente ruedan sobre amores.

La payada fue el canto que expresaba el sentir del gaucho a través de contrapuntos elaborados por payadores, los que acompañados por su guitarra expresaban un recitado en rima, deleitando a los parroquianos en las pulperías de la campaña.

La payada, fue impuesta hacia el interior del país por la magia y la admiración que supo despertar en el pueblo. Nacida en octosílabos, herencia del romance tradicional español, se aplicó comúnmente en forma de cuartetas, en lo que se dio en llamar el romance criollo.

El payador es un poeta repentista, que actúa individualmente o en contrapunto con otro, el payador debe poseer condiciones innatas tanto para la poesía como para la respuesta ligera, se hacen preguntas sobre distintos temas intentando no ser superado por su ocasional contrincante, sin olvidar el manejo de la guitarra, su fiel compañera, para lo cual debe poseer ciertos conocimientos musicales. En la payada se entremezcla mensaje, canto y música, y prima el metro de los versos y la rima utilizada.

La característica principal de la payada es cantar opinando, en sus comienzos se tocan temas políticos y sociales del momento y también temas amorosos y picarescos. Al no ser obras escritas se pierden rápidamente.

Payada de Martín Fierro y el Moreno (escrita en 1879)



La música de la payada

Gabino Ezeiza (1858-1916)

La estructura musical que sostiene el canto de los payadores ha pasado fundamentalmente desde el cielito y la cifra a la milonga. La cifra ha sido durante el siglo XIX y aun a principios del XX el caballito de batalla de los troveros criollos para cantar improvisando. La milonga predominadurante el siglo XX, aunque ya en 1884 Gabino Ezeiza frente al payador Nemesio Trejo introdujo la milonga.  

El estilo de la milonga en los payadores de Uruguay tomaba un ritmo más candombero, por la mayor presencia de negros en ese lugar.



La literatura gauchesca 

A fines del siglo XVIII el gaucho ha permitido dar nacimiento a la expresión más original de la literatura hispanoamericana. Esta literatura cuyos autores fueron hombres cultos y urbanos tomaron el habla del gaucho y de los payadores, creando un género literario único.

La gauchesca fue señalada, por críticos como Ricardo Rojas y Ángel Rama, como un sistema paralelo que se desarrolla a lo largo del siglo XIX. Es, en cierto modo, el gran género de la literatura argentina (con un trabajo específico sobre la lengua y sobre las formas), aunque al mismo tiempo es un género que resultó por mucho tiempo ilegible como literatura. Sin modelo europeo, la gauchesca nace y alcanza su plenitud en el siglo XIX y presenta rasgos que, en su simultaneidad, la definen contradictoriamente. 

Hilario Ascasubi
Por su materia remite a prácticas, saberes y decires tradicionales. Por su sistema de circulación, por su cruce con los grandes problemas sociales y políticos de su tiempo y por las operaciones que realiza en y con la lengua, se diría que está por delante de otras formas literarias coetáneas con las cuales, sin embargo, siempre parece colocarse en una posición de minoridad.

Esta vertiente popular de la literatura argentina cuyo origen es la literatura gauchesca evoluciona y a fines del siglo XIX colabora en el nacimiento del tango.

La interpretación y definición de lo que se denomina lengua gauchesca es bastante compleja, en cuanto a si debe atribuirse precisamente al gaucho o si corresponde a una construcción literaria atribuida a los autores de las obras.

En opinión de Jorge Luis Borges La poesía gauchesca, desde Bartolomé Hidalgo a José Hernández, se funda en una convención que casi no lo es, a fuerza de ser espontánea. Presupone un cantor gaucho, un cantor que, a diferencia de los payadores genuinos, maneja deliberadamente el lenguaje oral de los gauchos y aprovecha los rasgos diferenciales de este lenguaje, opuestos al urbano. Haber descubierto esta convención es el mérito capital de Bartolomé Hidalgo, un mérito que vivirá más que las estrofas redactadas por él y que hizo posible la obra ulterior de Ascasubi, de Estanislao del Campo y de Hernández.

…………..

Cuando los hombres leídos crearon la literatura gauchesca (y de paso el lenguaje gauchesco), se quitaron la levita, si acaso la llevaban puesta, se ciñeron el chiripá y se cambiaron el nombre: Ascasubi cambió su identidad por la de Aniceto el Gallo; Lussich, por la del matrero Luciano Santos; Hernández, por la de Martín Fierro. Crearon entonces un lenguaje a la medida de esos gauchos de ficción. ….Tanto el gauchesco como el lunfardo son originariamente lenguajes literarios que llevan la pretensión de hacer literatura, con los dialectismos y arcaísmos sobrevivientes en el campo el primero, y con las voces traídas por la inmigración el segundo. Ya se ha explicado más de una vez que el chiripá lingüístico usado por Del Campo y Hernández dejaba asomar la hilaza de la cultura 

(José Gobello- Prólogo de La Grela de Oscar Leguizamón)

Hay que destacar que en sus orígenes la literatura gauchesca ha incursionado, como objetivo buscado, en temáticas políticas, independentistas o ideológicas (Bartolomé Hidalgo, Hilario Ascasubi, Estanislao del Campo) y posteriormente sus temáticas se han trasladado al campo de las reivindicaciones y de la denuncia social (Antonio D.  Lussich, José Hernández)

Una de las características que define la literatura gauchesca es la cesión por parte del autor, de la voz al personaje gaucho, esta característica hace que no sea el autor el que intenta llegar a un público de otro nivel, sino que coloca al personaje en el mismo nivel del receptor lo cual facilita el objetivo.

En cuanto a la payada su interprete es el gaucho que actúa en forma espontánea y transmite la misma a otros de su misma clase, sin quedar registros escritos de la misma.

Los autores de la literatura gauchesca son hombres cultos de ciudad que han elaborado su obra en forma escrita con la anticipación necesaria a efectos de su posterior publicación y el destinatario es la sociedad. 

El vocablo gaucho que en otros tiempos tuvo un sentido despreciable y censurable posteriormente ha pasado a ser respetado por la sociedad, fundamentalmente a partir del reconocimiento del Martin Fierro por Leopoldo Lugones y Ricardo Rojas.

      


Del Martín Fierro al tango



1era edición, 1872


La protesta social se traslada de la literatura gauchesca a las letras del tango, las letras de los tangos son cronistas de época, pues en ellas se fueron reflejando las cuestiones en que evolucionó cronológicamente la zona Rioplatense.  A través de las mismas se reflejan actos sociales, costumbres, acontecimientos, etc. y al morir o dar por terminada la poesía gauchesca con la edición del Martín Fierro de José Hernández, entre 1872 y 1879 aproximadamente, su rebelión, su nostalgia y su disconformismo con las sociedades, pasa a las letras de tangos




El gaucho y el inmigrante confluyen en el tango

El gaucho desplazado conjuntamente con un nuevo actor: el inmigrante, confluyen hacia el tango y a pesar de sus diferencias, los unía la separación y el dolor de la distancia, el inmigrante de su tierra lejana y el gaucho de su propia tierra.

El gaucho, que había dejado su pago para buscar trabajo en la ciudad o en sus orillas, fue igualmente una suerte de expatriado. Como el inmigrante, también debió cambiar su mundo. ¡Sufría el desarraigo en su propia tierra!


De la pulpería del gaucho al café del tanguero 

Las pulperías nacen en la época colonial, donde se comercializaban diversos productos, instaladas en la campaña. Era un lugar de reunión donde se socializaba, una construcción humilde, el pulpero atendíadetrás de una reja por razones de seguridad.

La soledad de la pampa generaba una necesidad de relación entre los que frecuentaban la pulpería por diversos motivos: comprar, beber diversión.

Generalmente contaban con alguna guitarra para uso de quienes estuvieran dispuestos a tocar y cantar, lugar por excelencia del payador, incluso se realizaban payadas de contrapunto, que no siempre terminaban de buena manera, el consumo de alcohol preparaba el terreno para discusiones y peleas. Las primeras pulperías eran atendidas por españoles, luego criollos y con la inmigración los italianos.

Los pulperos no eran precisamente analfabetos, les leían a los parroquianos las noticias que llegaban, incluso la obra de José Hernández, el Martin Fierro, figuraba entre los pedidos y que, a más de su venta, los pulperos leían sus versos para ser asimilados y retenidos en su memoria por los payadores.

Las pulperías no eran solamente rurales, a veces se instalaban cerca de los fortines y en los suburbios de los pueblos, generalmente en algún cruce de caminos, por esto se les dio la denominación de esquina (Pulpería La Colorada de Víctor Abel Giménez).

"Pulpería La Colorada", por Alberto Merlo

Las pulperías en las afueras de Buenos Aires y en sus suburbios dieron lugar al contacto del payador con el ambiente que dio nacimiento al tango, las letras de los tangos y la música criolla referencian a las pulperías.

No existe una transición de la pulpería al café, ambos fueron contemporáneos, destacándose la figura del payador que, desde las pulperías rurales, recaló en las pulperías suburbanas y los cafés, conformando la transición al payador urbano.

Los cafés existían en Buenos Aires desde la época de la colonia, con el paso del tiempo  se instalan en los barrios y lugares donde socializan los vecinos y los poetas comparten sus inquietudes literarias, el tango comienza a instalarse en estos lugares e incluso hay cafés con pequeños palcos donde músicos y cantores exponen su sentir tanguero; el café y el tango se unen en un destino que queda plasmado en letras que los inmortalizan (Cafetín de Buenos Aires, Café La Paloma, Café de Hansen, Viejo Tortoni, Café la Humedad).


La guitarra: del payador al tanguero

Las distintas corrientes inmigratorias especialmente de España introdujeron la guitarra en nuestro país, la que fue adoptada por los criollos, haciendo de ella el instrumento musical por excelencia.

El artista de nuestras pampas que comenzaba a improvisar y cantar versos la incorpora como el instrumento ideal.

La payada fue el canto que expresaba el sentir del gaucho a través de contrapuntos elaborados por payadores, los que acompañados por su guitarra expresaban un recitado en rima, deleitando a los parroquianos en las pulperías de la campaña. La guitarra en manos del payador es el sustento de su expresión, mensajera de amor, atenúa la soledad, inseparable compañera y en sus sones fluyen el repentismo de sus versos

La presencia de la guitarra continúa en el tango, tanto como instrumento en su ejecución, como participe en orquestas y en el homenaje que se le hace en sus letras.

La participación de la guitarra en el tango está vigente desde los primeros tríos formados por flauta, violín y guitarra, con activa presencia en los arrabales de la ciudad.

Los primeros cantores de tangos se acompañaban con guitarra.

La presencia de estos instrumentos acompañando a Gardel es todo un símbolo.

Es importantísima la cantidad de guitarristas de tango con una excelente trayectoria, como compositores y como intérpretes, la música de muchos tangos famosos fue realizada por guitarristas. Solo nos limitaremos a nombrar algunos sin que esto deje afuera al resto:

Roberto Grela, Cacho Tirao, Enrique Maciel, Guillermo D. Barbieri, Horacio Pettorossi, Adolfo Berón, Juan Caldarella, José Canet, Humberto Correa, Juanjo Domínguez, Domingo Greco etc.

Como dice Ricardo García Blaya, especialista en materia tanguera, refiriéndose al memorable tango del Uruguayo Humberto Correa: En mi juventud, saber la letra de Mi vieja viola era tener patente de experto. Pocos tangos exhiben de modo tan fresco, el lenguaje de aquellos barrios de antaño, el decir arrabalero.

Pascual Contursi nos dejó en Mi noche triste, la expresión más acabada de la guitarra en el tango:

La guitarra, en el ropero

todavía está colgada:

nadie en ella canta nada

ni hace sus cuerdas vibrar.


El payador urbano

Esta llegada de los payadores a la ciudad los fue moldeando constituyéndolos en los denominados payadores urbanos: Gabino Ezeiza, Higinio Cazón, José Betinotti.

Los gauchos desplazados también hicieron su aporte, sus temáticas, sus costumbres, sus decires fueron incorporándose a las letras del tango dándole ese estilo campero.

Ángel Villoldo
Los primeros tangos eran tangos criollos, a veces no se les nombraba como tales, por ser mal visto el tango, tal el caso de El choclo, cuyo compositor Ángel Villoldo lo crea en 1903 y solicita a su amigo, el pianista José Roncallo, que dirigía un sexteto en el restaurante El Americano, situado en la calle Cangallo y la cortada Carabelas, para que lo toque en ese lugar, pero  allí estaba prohibido tocar tango por su carácter prostibulario, no obstante se lo presento como danza criolla, con un tremendo éxito.

A partir de esta creación de Villoldo comienza a conocerse el denominado tango criollo.

El tango se hace ciudadano, pero una corriente continua ligada al campo, su gente y sus costumbres.

Esos tangos camperos/criollos también compartieron con la milonga campera y los valses criollos y definieron un grupo de músicas y canciones tangueras, pero con sabor y olor a campo.

La época denominada de la guardia vieja en el tango, destaca una fuerte presencia campera.

1915
antes del tango y la gomina
En las primeras décadas del siglo XX existían diversos estilos musicales que compartían el gusto del público, recién a partir de Carlos Gardel cantando Mi noche triste, el tango se consolida como tal, no obstante,los primeros cantantes compartían sus repertorios con otros estilos musicales: Zambas, Estilos, Cifras.

Con el tiempo el tango va ocupando una participación cada vez más importante en el repertorio y ya los cantantes se dedican casi exclusivamente a la música ciudadana.

Gardel, Magaldi y Corsini compartieron una época muy trascendente en la evolución del tango, no obstante, en sus inicios interpretaban canciones camperas en su mayor parte.


Los payadores y el tango 

Se dice que los payadores fueron los padres del tango, hay muchos temas del repertorio tanguero cuyos autores son payadores: el tango Flor Campera, el Vals Quemá Esas Cartas y la milonga El Rebenque Fatal con letra de Juan Pedro López, (autor de La leyenda del Mojón) Dios te Salve M`hijo, Cabecita Negra de Luis Acosta García, El vals Tu Vieja Ventana de Ambrosio Río  y es así como entre las primeras grabaciones de Carlos Gardel hay muchas  canciones de payadores como Gabino Ezeiza, José Betinotti, Andrés Cepeda, Pablo Vázquez, Federico Curlando, Francisco Bianco, Ambrosio Río y otros.

Es sabido que Carlos Gardel antes de ser “El Morocho del abasto” fue “El Zorzal Criollo” y esos ritmos criollos como los ritmos de Milonga, Estilo, Cifra, Vals que eran propios de los payadores quedaron en la música ciudadana principalmente la milonga (Sebastián Piana) y el vals que hoy son hermanos del tango.

Desde 1890, cuando el tango comienza a balbucear sus primeras palabras, y hasta 1915 se vivió la llamada época de oro de la payada que protagonizó la actividad más intensa en el canto nacional de ese período y con una fuerte producción fonográfica que aún se conserva. Las primeras grabaciones de tango realizadas en argentina las realizaron payadores: Gabino Ezeiza grabó el tango “Patagones” en 1905, Higinio Cazón grabó el tango “El Taita” en 1905, Sócrates Fígoli grabó “La Morocha”, Francisco Bianco graba “El Desalojo” y varios payadores más graban muchos valses y milongas que, en ese entonces eran ritmos característicos de la payada. Es bueno recordar que estos “tangos“ estaban en período de incubación y que muchos de ellos no son más que milongas con algún aporte de habanera hasta que llega luego a conformarse el tango tal cual lo conocemos hoy en día para reemplazar por completo el auge popular de la payada, pero conservando varios aportes de ella en su constitución como ritmos, letras, métricas.

Los primeros tangos, desde Ángel Villoldo, se les dio en llamar “tango criollo”, este autor el más importante de la denominada guardia vieja en la mayoría de sus letras hace mención al concepto de criollo, como marcando este aspecto identificatorio. 

Este no solo lo definía el nombre, sino el contenido de las letras que muchas veces se referían al campo, a la china, al caballo, al gaucho, la carreta, al ombú, asimismo las partituras en sus caratulas exponían paisajes y personajes de la campaña. 

Ya el tango adquiere su rotulo definitivo en 1917 con el nacimiento del denominado tango canción en la voz de Carlos Gardel, coincidentemente se produce la desaparición de los payadores más emblemáticos José Betinotti en 1915 y Gabino Ezeiza en 1916


Figuras emblemáticas


Ángel Villoldo

Nació en Barracas en 1861, en su juventud realizó diversos oficios, cuarteador en la calle Larga (Montes de Oca), resero en los mataderos de Pereyra, clown en el circo Rafetto, tipógrafo en la editorial Peuser y varios más. Sus primeras composiciones   las derramaba en almacenes, cafés y glorietas de su barrio y otros más.

Villoldo fue un prolífico autor de la denominada “guardia vieja”, fue el primer letrista profesional del género, además fue cantor, ejecutaba la guitarra, piano, violín, armónica, poeta, payador, periodista, actor y bailarín 

En la extensa cantidad de obras de Villoldo se incorpora la temática campera, siendo su exponente “La morocha” con música de Enrique Saborido de versos sencillos, pero de una gran emotividad y fuerte presencia campera.

Escribió las primeras partituras es considerado el padre del tango


Gabino Ezeiza

Nació en San Telmo en 1858 y falleció en 1916, de ascendencia negra y cuna humilde, adquirió celebridad como payador y autor de muchas composiciones que el mismo interpretaba, desde el año 1872 incursiono en el arte de la payada, siendo considerado el más notable payador del Rio de la Plata 

Uno de sus contrapuntos más famosos lo sostuvo en Uruguay con el famoso payador oriental Juan de Nava, de gran prestigio, este encuentro ante un público muy numeroso tuvo un estado adverso hacia él, por lo cual improviso allí lo que sería su célebre “Heroico Paysandú” – fue grabada por Gardel y Razzano en 1917 – Ha sido considerada la primera payada profesional, realizada el 23 de julio de 1884, designándose esa fecha como el Día del payador en la República Argentina.

De gran capacidad para hacer los versos, y su inmediata improvisación. Conocido de Gardel y Razzano, tenía un trato de amigos en la popular rueda del Café de los Angelitos.

Su vida transformada en casi legendaria ha dado lugar a una vasta literatura donde está presente.En su homenaje Héctor Pedro Blomberg - el autor del vals la Pulpera de Santa Lucia –  escribió en 1933 lamilonga el “Adiós de Gabino Ezeiza”, con música de Enrique Maciel, de esta obra existe una excelente grabación de Nelly Omar.


Higinio Cazón

Higinio Cazón fue un payador, escritor y compositor de raza negra, Alcanzo a grabar algunos de los primeros tangos denominados criollos, compartía con Gabino Ezeiza en el famoso Café de los Angelitos, (Rivadavia y Rincón) cuyo nombre fue dado al tango escrito por Catulo Castillo,

Frecuentaban GabinoEzeiza e Higinio Cazón,también, en el café de la Boca de Olavarría y Almirante Brown, donde se enfrentaron Gardel y Razzano y se dice, fue el nacimiento de la conformación del dúo. Enrique Cadicamo escribió su memorable milonga “El morocho y el oriental”: con música de Ángel D'agostino:



Viejo café cincuentón

que por la Boca existía,

allá por Olavarría

esquina Almirante Brown.

Se estremeció de emoción

tu despacho de bebidas

con las milongas sentidas

de Gabino y de Cazón.


José Betinotti

Reconocido como uno de los iniciadores de la poesía tanguera, marcando la transición de los orígenes barriales hasta llegar al centro y ser aceptados por toda la sociedad, fue identificado como “el ultimo payador”

Nació en 1878 habiéndose radicado su familia en el barrio de Almagro, falleció en 1915, tuvo una estrecha relación con el arrabal porteño, iniciándose como payador, apadrinado por el famoso Gabino Ezeiza. Público varios libros de poesías, colaborando con revistas del género, fue amigo de Gardel

Su obra más famosa fue el vals “Pobre mi madre querida”, Gardel la incorporó a sus grabaciones en 1912, otras de sus conocidas obras fueron: “Tu diagnóstico” y “Como quiere la madre a sus hijos”

Aunque no tenía la calidad poética de Gabino Ezeiza, su afición a la bebida lo afectaba, en el ambiente artístico era muy respetado, pues era capaz de elaborar hermosos versos que alcanzaban gran popularidad.

Su vida fue llevada al cine en la película: El último payador estrenada el 9 de febrero de 1950, fue escrita por el poeta y letrista de tango Homero Manzi y dirigida por el propio Manzi y el francés Ralph Pappier. Fue protagonizada por el cantante, actor y cineasta Hugo del Carril.

Betinotti logró compartir el arte de payar con el tango 



Letras de payadores llevadas al tango

Quema esas cartas – vals- Juan Pedro López (lo cantó Antonio Tormo)

 Dios te salve m'hijo – Luis Acosta García – Lo cantaron AgustínMagaldi / Julio Sosa

 Tu vieja ventana –vals – Ambrosio Río (lo cantó Enrique Campos con Ricardo Tanturi)


Payadores que cantaron y grabaron tangos

Gabino Ezeiza – Patagones 1905

Higinio Cazón - El taita 1905

Sócrates Figoli –La Morocha de Ángel Villoldo 

Francisco Bianco – El desalojo


El payador en las letras de la música ciudadana

Recordemos que muchos payadores ya habían comenzado a incursionar en la música ciudadana, en algunos casos tocando la guitarra, en otros cantando y como autores de las letras.

Esta comunión entre el payador y el tango ha dejado una importante cantidad de temas que incorporan con mucho sentimiento y respeto a los payadores

La pulpera de Santa LucíaEnrique Maciel – Héctor Pedro Blomberg - vals 1929- Ignacio Corsini 

Café de los angelitosLetra Catulo Castillo – tango 1944 - Guillermo Fernández

El morocho y el OrientalMúsica Ángel D'agostino – Letra Enrique Cadicamo – Adriana Varela

El adiós de Gabino Ezeiza: 1933 Música Enrique Maciel- Letra de Héctor Pedro Blomberg-Nelly Omar / I.Corsini 

A los payadoresVals criollo - Música: Gabriel Clausi, Letra Mario Cesar Gomila - Nelly Omar 1997

La pena del payador: Vals – Letra de Eduardo Escaris Méndez (Gardel / Julio Sosa)

MocositaTango 1926 – Música Gerardo Matos Rodríguez – Letra Víctor Soliño (Gardel / Carlos Dante)

Duelo criolloMúsica Juan Rezzano – Letra Lito Bayardo (Gardel / Adriana Varela)

BetinottiMilonga – MúsicaSebastián Piana – Letra Homero Manzi (Ignacio Corsini / Nelly Omar)


El Parque Goal, ámbito de comunión de estilos musicales

Las veladas del Parque Goal se destacaban por ser un espacio reservado para payadores, cantores y orquestas de tango. Nació con la denominación de “Gran Recreo Criollo” ubicado en Avenida de Mayo al 1400, a metros de plaza Lorea. 

Los payadores Generoso D'Amato, Luis Acosta García, Ambrosio Río, Pedro Garay, Francisco N. Bianco, el uruguayo Antonio Anselmi y Juan Pedro López fueron figuras destacadas en este espacio.

Tuvo sus inicios en 1917 y funcionó hasta 1930. 

Fue inmortalizado en un tango y con la voz de Edmundo Rivero:

Pucherito de gallina – tango – Música y letra Roberto Medina – 

…..

Canté en el viejo varieté del Parque Goal,

y en los dancings del viejo Leandro Alem;

donde llegaban "chicas mal de casas bien",

con esas otras "chicas bien de casas mal"...

Con veinte abriles me vine para el centro;

…..


El cantor nacional exponente del tango criollo/ campero

Fue denominado como tal al cantor solista de fines del siglo XIX y principios de XX, por la naturaleza de su repertorio: música surera de la Pcia. De Buenos Aires, milongas, zambas, cifras, estilos y a partir de los primeros años del siglo XX incorpora el tango criollo y posteriormente a partir de 1917, el tango canción.

Su representante más genuino fue Carlos Gardel, y además se los consideran a Agustín Magaldi, Ignacio Corsini, Agustín Irusta, Edmundo Rivero y nuestra maravillosa Nelly Omar.

Generalmente este cantor nacional era acompañado solamente por guitarras, conviviendo en forma paralela con las denominadas orquestas típicas.

El tango que se ha destacado por expresar los sentimientos del hombre de la ciudad, también lo ha hecho con los sentimientos del hombre del campo, la mas de las veces expuestos en ese desarraigo al verse desplazado y entrar en el mundo de las orillas.


Miguel Ángel Viciconte

Azul, noviembre de 2022

Trabajo final curso “Historia social y política del tango argentino” (FLACSO, 2022)



Bibliografía

Academia Argentina de Letras: Portal de literatura gauchesca  

CONTRERAS, Sandra Contreras: El Gaucho (Argentina)

GARCÍA BLAYA, Ricardo: El cantor nacional  

MARTÍNEZ, ETCHEGARAY, MOLINARI:  De la vigüela al fueye – Corregidor

NUDLER, Julio Nudler: Los payadores salen del olvido

RAMA, Ángel: El sistema literario de la poesía gauchesca

SAAVEDRA, Néstor: Bien porteño, bien campero

SÁNCHEZ SÍVORI, Amalia: Diccionario de Payadores – Plus Ultra  

STAHLSCHMIDT-LAULHE, Rafael E.:  El gaucho, ese personaje

Internet:

La influencia rural en el tango: www.lagazeta.com.ar

www.todotango.com.ar